Acabas de conocer a alguien maravilloso en internet. Es una persona atractiva, simpática y encantadora y parece que vuestra relación avanza. Os enamoráis en una semana. Pero la persona desaparece durante días sin previo aviso y evita hablar por teléfono o videollamada, aunque os hayáis enviado mensajes durante semanas. Por desgracia, quizá te encuentres ante un caso de «catfishing».
¿Qué es el «catfishing»?
El «catfishing» es un tipo de estafa consistente en crear una identidad falsa online y utilizarla para entablar relaciones en internet. Los estafadores utilizan fotos atractivas de otras personas, a veces modelos o actores, y se inventan historias llenas de detalles falsos para convencer a las víctimas de su identidad.
A menudo, el «catfishing» se utiliza con fines románticos: el impostor busca afecto y entabla una relación íntima y estrecha con la víctima.
Este tipo de fraude no era posible antes de internet, pero el anonimato que ofrece el salvaje mundo de la red es el caldo de cultivo perfecto. Los estafadores suelen utilizar las redes sociales y los sitios de citas para lograr sus perversos objetivos.
¿Por qué se llama así?
El término «catfishing» procede del documental «Catfish» (2010), que te recomendamos ver. Cuenta la triste historia del joven fotógrafo Yaniv Schulman, que inicia una relación romántica en Facebook. La mujer de la que se enamora había creado una historia muy elaborada sobre su vida, implicando a otras personas y utilizando fotos y vídeos de YouTube falsos.
Cuando Yaniv conoce a la mujer en el mundo real, su marido le cuenta una historia sobre cómo los siluros («catfish» en inglés) son transportados en compañía de bacalaos. Después, traza un paralelismo con la vida real: algunas personas mantienen a las demás activas y alerta... y su mujer es una de esas personas.
¿Por qué se hace?
Algunos casos de «catfishing» tienen motivaciones psicológicas, pero otros tienen objetivos puramente prácticos e incluso pueden suponer una amenaza peligrosa. Las razones por las que las personas perpetran esta estafa pueden dividirse en varias categorías:
Psicológicas. Una persona puede buscar algo que no consigue en la vida real, como satisfacción emocional, cariño o una relación romántica. La comunicación en internet les permite experimentar esos sentimientos. Con el fin de crear un fuerte vínculo emocional con la víctima, intenta empatizar con acontecimientos profundamente personales de su vida, incluso trágicos.
Monetarias. A veces, los impostores buscan ganancias económicas y se inventan diversas historias para explicar por qué necesitan dinero. Por ejemplo, tal vez afirmen que están atrapados en el extranjero y necesitan dinero para volver a casa, o que están en la ruina y necesitan ayuda económica. Sin embargo, si descubren que pueden sacarte dinero, seguirán pidiéndotelo y, probablemente, las sumas serán cada vez mayores.
Agresiones. Casos de predadores que han utilizado una identidad falsa online para atraer a sus víctimas y convencerlas de reunirse con ellos en el mundo real, para después robarles, violarlas o incluso asesinarlas.
Diversión. En ocasiones, los estafadores utilizan el «catfishing» para entretenerse, para reírse de otras personas o para manipular sus sentimientos. Este tipo de maltrato es muy dañino para las víctimas, que pueden desarrollar problemas psicológicos o pensamientos suicidas.
Como ves, las consecuencias son diversas; pero incluso si el impostor no causa daños físicos directos, ser víctima de «catfishing» tiene efectos negativos. Las víctimas suelen invertir tiempo y esfuerzo en la relación y les resulta muy doloroso cuando se dan cuenta del engaño.
Cómo identificar a un «catfish»
Si has conocido a una persona en internet y vuestra comunicación sigue alguno de estos patrones, es posible que estés siendo víctima de «catfishing».
La persona siempre se muestra reacia a encontrarse contigo o hablar contigo por teléfono o videollamada. Te pone excusas: no dispone de una cámara en condiciones, le da vergüenza, nunca tiene tiempo, vive con otras personas...
El perfil parece demasiado bueno para ser verdad. Si conoces a una persona con un físico impresionante, un montón de intereses, una vida perfecta y ningún defecto a la vista, podría ser indicio de «catfishing».
Es difícil identificar dónde se encuentra la persona, o bien está viajando constantemente. Por supuesto, hay gente que viaja periódicamente por trabajo o que lleva una vida nómada, pero los impostores pueden alegar estos motivos para ocultar dónde viven realmente o para presumir de su interesante estilo de vida.
La relación avanza muy deprisa desde el primer momento. Si la otra persona está dispuesta a comprometerse contigo antes de llegar siquiera a conocerte, seguramente hay gato encerrado. Nadie se enamora de nadie después de intercambiarse unos pocos mensajes online.
La persona desaparece con frecuencia. En ocasiones, los estafadores se retiran un tiempo para inventar una nueva historia que les permita hacer avanzar la relación. Incluso es posible que tengan varias «parejas» en internet simultáneamente.
Su perfil en redes sociales no parece auténtico. Si tiene muy pocos amigos, no le han etiquetado en ninguna foto y el perfil muestra poca actividad humana, algo no anda bien.
Algunos detalles de su vida no cuadran.
Empieza a pedirte dinero antes de conocerte bien.
Qué hacer si te encuentras en esta situación
Si sospechas que estás siendo víctima de «catfishing», puedes hacer lo siguiente:
No quedes en persona con alguien a quien no conozcas bien.
Denuncia su perfil si crees que es falso.
Nunca envíes dinero ni des información personal, ya que podrían utilizarla en tu contra.
No hagas clic en enlaces que te envíe la otra persona.
Haz algunas averiguaciones. Intenta descubrir quién podría estar detrás del ataque.
Haz preguntas. Interroga a la persona con la que has hecho amistad online para descubrir todo lo que puedas sobre ella, especialmente si nunca la has visto en persona.
Si tienes dudas, habla con alguien de tu confianza. Quizá te ayude a identificar si se trata de «catfishing» o no.
Cambia los ajustes de privacidad de tus redes sociales. Haz privados tus perfiles para limitar las posibilidades de que te contacte un estafador.
En resumen
El «catfishing» es una táctica de engaño que utilizan muchos estafadores para acceder a datos confidenciales o incluso lograr ayuda económica de su posible víctima. Es fundamental estar alerta. Busca siempre señales que puedan indicar que la persona con la que estás interactuando por internet tal vez no sea quien dice ser. Si detectas a uno de estos estafadores, no dudes en llamarle la atención y denunciar su perfil. No bajes la guardia y disfrutarás de una experiencia segura y agradable online.