Revisas tu teléfono y no entiendes por qué no se han enviado los últimos tres mensajes de texto. Aún te quedan datos. ¿Qué puede estar pasando? Entonces ves las temidas palabras «red no disponible» en la esquina superior derecha de la pantalla. Lamentablemente, has sido víctima de una estafa de portabilidad.
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¿Qué es una estafa de portabilidad?
Las estafas de portabilidad también se conocen por otros nombres, como «SIM swapping», «SIM splitting» o «SIM jacking». El fraude consiste en transferir un número de teléfono a otro operador. Un proceso con el que la mayoría de nosotros estamos familiarizados. ¿Quién se va a poner a recordar un número nuevo? Lo ideal es seguir utilizando el mismo número de siempre.
Pero un ciberdelincuente que sepa un poco lo que hace podrá robar ese número. Para empezar, se hace con algunos de tus datos personales. Puede obtenerlos de varias formas: hackeando tu ordenador o simplemente haciéndose pasar por otra persona al teléfono. Si la suerte no te acompaña, tu información podría incluso vendérsela una organización criminal.
Una vez que el delincuente tenga los datos necesarios, se pondrá en contacto con tu operador. Fingirá ser tú e intentará que tu número se transfiera a otro teléfono móvil.
Los datos que se necesitan no son precisamente difíciles de encontrar si se sabe lo que se busca. Se trata de información como lo siguiente:
Tu nombre completo
Tu fecha de nacimiento
Tu dirección
Tu número de la seguridad social
Tu dirección de email
¿Qué pasa ahora que tienen mi número?
Ahora, esta persona recibirá todos los mensajes que solo tú deberías ver. ¿Sabes esos códigos de acceso único que recibes en tu teléfono cuando intentas autorizar cambios? Ahora los recibirá el ciberdelincuente.
Y como quien no quiere la cosa, podrá acceder a tu cuenta bancaria, tus redes sociales o cualquier otra plataforma que requiera una autenticación complementaria simplemente utilizando este código que se enviará a tu teléfono.
Lo más preocupante de este tipo de estafa es que no te darás cuenta de lo que está pasando hasta que sea demasiado tarde. Pero ¿cómo ibas a saberlo? Todas las alertas y advertencias que recibirías constantemente en tu teléfono ahora las recibe un delincuente cuyo objetivo es hacerte la vida más difícil, ya sea vaciando tu cuenta bancaria o aprovechándose de tus redes sociales.
¿Cómo me protejo de este tipo de estafa?
Pero si ya has sido víctima de esta estafa, debes tomar las medidas necesarias para no tropezar dos veces con la misma piedra. Como con cualquier tipo de comportamiento fraudulento, la mejor forma de evitarlo es informarte bien.
Te explicamos lo que puedes hacer para reforzar tu seguridad contra esta estafa de portabilidad:
Consigue un gestor de contraseñas. ¿La mejor forma de evitar que alguien adivine tu contraseña? Una aplicación cifrada que creará y almacenará automáticamente contraseñas mezcladas y crípticas, además de completar automáticamente los campos obligatorios cuando sea necesario, para que no tengas que recordar toda la información. NordPass es el complemento perfecto para tu arsenal de protección.
Aplica un PIN de seguridad a todas las cuentas que lo permitan. Un código que tendrás que introducir para que se puedan aplicar los cambios. Nadie podrá cambiar de operador o de tarjeta SIM sin este código. Procura que el PIN no sea obvio y opta por una combinación única que nunca hayas utilizado antes.
No te fíes de los mensajes que te pidan que hagas algo inmediatamente para proteger tu cuenta. Presta atención a cómo está escrito el mensaje: está incitándote a que hagas algo rápidamente. ¿Te ha aparecido alguna vez una ventana en el escritorio que parpadea en rojo y te indica que tu ordenador se acaba de infectar con un virus? Es el mismo concepto de generar miedo, así que no caigas en la trampa. Los bancos u operadores telefónicos nunca utilizarán este tipo de lenguaje tan malintencionado.
Aprovecha todas las opciones disponibles. Los bancos te ofrecerán una amplia gama de medidas de seguridad para reforzar tus defensas digitales. Intenta evitar los códigos de acceso únicos a través de SMS y opta por la autenticación de dos factores. Todos los bancos envían alertas a tu correo electrónico para comunicarte cualquier comportamiento sospechoso en tu cuenta. Asegúrate de activar esta función. Configura todos estos complementos de seguridad en menos de 5 minutos y ahórrate horas de sufrimiento.
Llama a tu banco u operador telefónico. Todas estas empresas disponen de una línea de atención al cliente. Si consideras que es posible que se esté produciendo un comportamiento sospechoso, haz una llamada e infórmate sobre la actividad más reciente de tu cuenta.
Afortunadamente, los operadores de red son conscientes de estas tácticas y la mayoría solicitarán otras pruebas de identificación además de tu información estática (nombre, fecha de nacimiento y dirección). Sin embargo, esto no significa que debas descuidar tus prácticas de seguridad.
La mayoría de ciberdelincuentes cesarán sus intentos al topar con el primer obstáculo, así que asegúrate de que se encuentren con un montón. De esta forma, pasarán a otra presa más fácil.