Una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta online es qué navegador eliges. Es la interfaz con la que accederás a internet, buscarás páginas y descargarás contenidos. Y a través de ella puede que los ciberdelincuentes te ataquen. Cada navegador tiene sus propios puntos fuertes y débiles, así que sopesar todos los pros y contras puede ser abrumador.
En pocas palabras, hay dos puntos clave que debes tener en cuenta al elegir un navegador:
Privacidad. ¿El navegador evita que terceros vean tu actividad, ya sean corporaciones, gobiernos o tu proveedor de internet?
Seguridad. ¿El navegador te expone a amenazas cibernéticas, malware y otros ciberataques, o los previene de forma proactiva?
Aquí tienes cinco de los navegadores más populares que puedes usar si te preocupa alguno de estos factores (o ambos).
Firefox
Firefox ofrece una gran seguridad y un paquete personalizable de opciones de privacidad. Es rápido, eficiente y versátil, y te permite decidir cuánta información proporcionar (hasta cierto punto).
Los usuarios pueden elegir entre dos niveles de privacidad, el estándar y el estricto, o personalizar elementos individuales. Esto incluye poder desactivar la función que normalmente rastrearía y almacenaría los datos del usuario.
Firefox podría considerarse uno de los mejores navegadores tanto en lo que respecta a la privacidad como a la seguridad. Cualquier servicio que permita que sean los usuarios quienes tengan el control está haciendo algo bien.
Tor
Cuando la gente piensa en Tor, suele asociarlo con la «dark web» porque cree que solo se usa con fines ilícitos. Sin embargo, Tor no es más que un kit de herramientas que ayuda a que la gente tenga mayor control sobre sus propios datos.
Tor enmascara el tráfico de los usuarios con servidores virtuales, por lo que resulta más complicado rastrearlos online. No es el sistema más intuitivo a la hora de usarlo, pero en lo que respecta a la privacidad, Tor supera a la mayor parte del resto de navegadores.
Por supuesto, puedes usar Tor para acceder a áreas de internet que no están disponibles en Chrome ni en Safari. No obstante, también funciona para áreas «non dark» de la red, ya que te permite acceder a sitios populares, además de mantener una mayor privacidad.
Brave
Brave, que se lanzó en 2016, es uno de los navegadores más nuevos de la lista. Gracias a su amplia gama de ventajas, ya se ha consolidado como una opción popular entre los usuarios de internet preocupados por la privacidad.
Por su bloqueo de anuncios integrado y sus herramientas de cifrado, Brave permite navegar de forma rápida y relativamente segura. Al igual que Firefox, se puede personalizar fácilmente y permite a los usuarios decidir la información que almacena. Puedes configurarlo incluso para que elimine todos los datos acumulados durante tu sesión de navegación en cuanto la termines.
Brave también ha desarrollado BAT, su propia criptomoneda, lo que lo distingue de otros servicios similares. Sigue habiendo dudas acerca de su seguridad y su efectividad, así que por ahora los usuarios deberían centrarse en los méritos del navegador.
Safari
Para cualquier persona que quiera centrarse principalmente en la seguridad, los navegadores populares, como Safari, pueden ser una opción estupenda. Ofrecen mayores niveles de asistencia y seguridad online, aunque a costa de la privacidad personal.
El navegador bloquea los sitios de alto riesgo y advierte a los usuarios si se adentran en áreas online peligrosas o expuestas. También puede limitar hasta qué punto pueden controlar y rastrear tu actividad los anunciantes externos. Si ya estás ejecutando el sistema operativo macOS, Safari te resultará una opción segura.
Sin embargo, para quienes quieran mantener cierto control sobre su privacidad, por sí sola esta no es la solución ideal. Al igual que cualquier gran empresa tecnológica, Apple pretende rastrear y recopilar los datos de los usuarios, y el propio Safari estuvo implicado en el programa PRISM de la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. que ahora tiene tan mala fama. Los programas de vigilancia gubernamentales encubiertos y los navegadores populares no son una buena nueva para la privacidad.
Chrome
Al mismo tiempo, Chrome, el navegador más seguro y menos privado de la lista, sigue siendo el más popular con más de la mitad del tráfico de internet (sin incluir el contenido de la «dark web»). Dado que se trata de un servicio de Google, más nos vale pensar que Chrome registra cantidades enormes de datos de todos sus usuarios.
Lo bueno es que también cuenta con una infraestructura robusta para luchar contra los ataques de la ciberdelincuencia. Hay actualizaciones de seguridad disponibles todos los meses, para combatir las amenazas que surgen en tiempo real. También puedes reforzar el navegador con una gran variedad de extensiones.
Sin embargo, no te dejes engañar por el llamado «modo de incógnito». Esta opción de navegación hará que historial se mantenga en blanco, pero no te garantiza la privacidad. Los sitios web, los proveedores de internet y las autoridades gubernamentales seguirán pudiendo ver lo que haces.
Más allá del navegador: 3 formas de mejorar la protección
Si quieres disfrutar de una experiencia de navegación que garantice tanto la privacidad como la seguridad, no te bastará con escoger alguna de las opciones mencionadas anteriormente. Aquí tienes tres medidas que puedes adoptar para mejorar la seguridad cuando hayas elegido tu nuevo navegador:
Protege tus contraseñas. Independientemente de lo bueno que sea tu navegador, tanto tu privacidad como tu seguridad seguirán estando en riesgo si tus contraseñas se ven comprometidas. Por eso, es importante usar contraseñas largas y complejas y no emplear nunca las mismas credenciales en varias cuentas. Para mejorar realmente tu seguridad en cualquier navegador, utiliza NordPass para generar, almacenar y proteger tus contraseñas.
Obtén más información sobre tu navegador. Los navegadores, especialmente los populares, como Chrome y Safari, están diseñados para usarse de forma intuitiva. Sin embargo, merece la pena pararse a investigar las herramientas y las personalizaciones que estos servicios ofrecen. Al obtener más información sobre el navegador que vas a usar, puedes controlar mejor cómo se van a tratar tus datos.
Utiliza una VPN. NordVPN crea un túnel cifrado entre tu dispositivo y un servidor remoto. En cuanto se active, tu tráfico de navegación se ocultará bajo capas de cifrado. Ni siquiera tu proveedor de internet podrá rastrear tu actividad. Una VPN puede ser una herramienta muy útil para los usuarios de internet que quieran disfrutar de la comodidad de un navegador convencional sin sacrificar su privacidad.